lunes, 2 de diciembre de 2013

Ahora sí; con quórum propio nos desprendemos de las joyas de la abuela

El intendente Torchio está decidido a desprenderse de los terrenos del hospital municipal que fueran donados "con cargo específico" por la familia Maya. Además de contar con quórum propio a partir del 10 de diciembre ha encontrado en los beneficiarios del plan PROCREAR la excusa perfecta para sus fines. Por otro lado, pide endeudarse por dos millones para la compra de terrenos y construir viviendas. ¿Quien te entiende Walter?


Todo comenzó con una operación de prensa y de acuerdo a lo que se percibe, hay una nueva (¿y definitiva?) movida periodística para que los terrenos adyacentes al hospital sean ahora sí, loteados y vendidos a los flamantes adjudicatarios del programa PROCREAR.
Claro que para llegar al hoy, el intendente debió modificar varias veces su discurso tratando de convencer a los concejales de la oposición en su conjunto, pero también a los descendientes de la familia donante que al igual que los ediles, exigían y exigen que se respete la decisión de sus antepasados al momento de dejar testimonio de la donación.
Con el resultado electoral favorable y montado sobre esos votos, vuelve a la carga nuevamente con la firme decisión de cumplir con su propósito: vender las joyas de la abuela con la excusa de conseguir unos cinco millones de pesos para remodelar y mejorar el hospital municipal. En una semana, los ocho votos contra seis le darán la posibilidad de aprobar la venta de estos terrenos, el presupuesto 2014 y la ordenanza fiscal impositiva del año próximo; claro que para este tema puntual, se valdrá de otra buena excusa que ha surgido por estos días: los beneficiarios del programa de marras que ¿no consiguen? terrenos para construir su casa propia porque el mercado inmobiliario aprovechando la demanda provocada por el propio programa ha "sobrevaluado" la poca oferta existente.

Los antecedentes
Como dijimos, allá por fines de julio de este año y para "sondear" a la opinión pública,  los medios afines a su gestión (nosotros según sus dichos seríamos opositores) adelantaron detalles de esta idea surgida desde el piso alto de la municipalidad. Indicaron que era intención de esta administración lotear los terrenos adyacentes al hospital y que forman parte de un todo dando como ejemplo que en total serían 59 lotes a un valor promedio de 150 mil pesos cada uno para construir viviendas de tipo residencial, siendo en lo global un número cercano a los 9 millones de pesos.
Ese dinero sería en parte destinado al traslado del Centro Materno, a sectorizar y optimizar los servicios, agregando el de diálisis como el más urgente y necesario, respondiendo a reclamos que se alentaban desde el mismo sector de la prensa.
Según los propios dichos de los funcionarios y el propio intendente, estas mejoras demandarían una inversión de poco más de cinco millones que contrastados con los nueve, quedaría un resto para otras mejoras.

La oposición y la familia dicen NO y el proyecto se "congela"
Ni bien la idea ganó la calle, desde todo el arco opositor se planteó la negativa al proyecto que de manera extraña ya tenía forma legal y casi en silencio se lo introdujo en el Orden del Día del cuerpo deliberativo para tratar y aprobar sobre tablas haciendo valer el doble voto de la presidencia. Los concejales del GEN-FAP, la UCR y el PRO en su negativa a dar quórum argumentaban por un lado que la escritura de la donación de la familia Maya-Zubeldía explicaba claramente que esos terrenos debían ser destinados específicamente al hospital a contruirse por entonces (1926); es decir debía respetarse el "cargo" que exigían los donantes y que cualquier profesional del derecho podía validar pues el texto del documento es contundente. Pero por otro lado, atendiendo los dichos del intendente sobre el monto de la inversión, entendían que no era una cifra tan elevada que no se pudiera lograr gestionando en ámbitos de la provincia o de la Nación.
A esta negativa de los ediles se sumaron los descendientes de la familia donante que antes intentaron sin éxito hablar con el jefe comunal sin que éste les atendiera al menos el teléfono. En declaraciones públicas se manifestaron en contra de la voluntad de Torchio con el mismo argumento que los concejales, es decir; debía respetarse la letra y el espíritu de la donación.
Moctezuma primero y Smith después vieron como caían las sesiones del HCD por falta de quórum para tratar este tema que de manera caprichosa encabezó el Orden del Día de las sesiones. La estrategia era muy clara: la ordenanza de los terrenos en primer lugar para que los concejales opositores se levanten o no den quórum y de esa manera tener "letra" para acusarlos a través de los medios "amigos" ahí mismo o al otro día de impedir el tratamiento de temas importantes que hacen al funcionamiento del municipio y si tenía implicancias salariales mucho mejor. Dicho con otras palabras: "jugar con la cancha bien embarrada" fue la táctica elegida para este asunto.
Sin embargo por entonces, ya las viviendas a construir dejaron de ser "residenciales" para tener carácter social tratando de auyentar sospechas de negociados con amigos que maliciosamente "la opo" se había encargado de instalar en la sociedad.
La inminencia de las PASO encendieron la alarma y, puesta en escena mediante ante la prensa afín, el tan mentado proyecto fue corrido de la escena política hasta pasadas las elecciones de octubre, no sin antes advertir al electorado que actitudes como las de la oposición, ponían en riesgo la gobernabilidad. Instalar esa teoría en el electorado fue el método elegido por el intendente para salvar del naufragio a una lista que recibió críticas de todos los ámbitos, incluido su mismo entorno.

Victoria electoral y vendemos las joyas de la familia
Con el resultado puesto, era de esperar que a modo de "vendetta" volverían al centro de la escena los terrenos de la polémica. Nueva operación "sondeo" a través de la prensa y una oposición que disgregada y derrotada no tuvo siquiera una tibia reacción ante las primeras publicaciones.
Que mejor entonces que una entrevista en su medio preferido para no solamente anunciar que los terrenos se venderán, sino que se venderán como sea y con una advertencia a aquellos descendientes, familiares o concejales que alcen la voz para oponerse a esta idea. Se las verán con la justicia bajo el cargo de obstaculizar e impedir el doble fin social de esta iniciativa que nos pertenece. ¿Será entonces que la euforia de un resultado electoral nos autoriza a decir estas sandeces?
Como un gran contrasentido, el Concejo aprueba (con la "opo" incluida) un Proyecto de Ordenanza autorizando al municipio al endeudarse por dos millones más para la compra de terrenos que se afectarán a viviendas sociales. ¿En que quedamos Walter?, ¿Por una lado nos desprendemos del patrimonio que data de nuestros comienzos como asentamiento urbano y que viene desde el origen de nuestra propia historia y por el otro salimos a comprar tierras porque no tenemos donde levantar viviendas?; sinceramente es complicado entenderte.
En resumen; hay una decisión tomada que es la de vender a costa de lo que sea. Ahora tenemos el número necesario en el Concejo y hasta estaríamos dispuestos a escuchar tediosos discursos en el recinto en contra de este proyecto, Al final, la votación será ocho a seis, como en los viejos tiempos de la vieja política. Y más aún, tenemos el PROCREAR que nos cae a medida para concretar nuestro capricho.
La historia que escribirán otros dirá seguramente, que alguna vez Carlos Casares tuvo un intendente que despreciando la voluntad de quienes entregaron sus bienes en favor de generaciones futuras, borracho de vanidad quiso escribir la propia ignorando el deseo explícito de los verdaderos hacedores de nuestro pasado.