El ex concejal del Pro que abandonó a Zabala junto con
Grasetti y Pinciaroli para pasar al FPV terminó su mandato y no pudo renovar su
banca, será el nuevo encargado del cementerio municipal. De esta manera y con
este cargo, el intendente paga los favores recibidos de parte de uno de sus
aliados.
Juan Brum |
Seguramente hay mucho para criticarle al señor intendente,
pero nobleza obliga, hay que reconocer que es un tipo agradecido que paga con
cargos los favores recibidos de la política.
Hay varios ejemplos que dan testimonio de ello y, por
mencionar alguno, vale la pena recordar que pese a la resistencia que tuvo en
el PJ, le prometió (y cumplió) un lugar en la lista de concejales a Pecky
Grasetti.
Ahora hizo lo propio con Juancito Brum, que llegó al Concejo
Deliberante de la mano de Jorge Zabala cuando el PRO arrasó las elecciones
legislativas de 2009 junto con Grasetti y Pinciaroli y en el 2011 abandonaron a
Zabala para jurarle lealtad a Torchio.
Esa lealtad de Brum le sirvió para convertirse en el nuevo
encargado del Cementerio Municipal desplazando a Miguel Lucero a quien habían
ido a buscar por su experiencia y capacidad luego de que la encargada de la
necrópolis pidiera licencia por un tiempo largo.
A la luz de este y otros hechos similares, no es
descabellado pensar que este reemplazo tiene relación con la simpatía política
de uno y otro ya que Lucero no es precisamente hombre del riñón justicialista,
sino que su idoneidad y experiencia lo pusieron en ese lugar, en cambio Brum
desde diciembre pasado era un desocupado de la política y por lo tanto, había
que reconocerle aquel gesto de 2011 y el posterior apoyo en el recinto junto a
quienes saltaron el corral del PRO.
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