Sería una buena medida para prevenir accidentes sobre todo
en los niños, dar tranquilidad los
vecinos y proteger a las mascotas.
Que el uso de pirotecnia es peligroso no es ninguna novedad.
Al día posterior de los festejos de nochebuena y año nuevo vemos como desde los
medios de comunicación se informa sobre la cantidad de heridos que se registran
en distintos lugares del país, sobre todo en los centros urbanos más poblados.
Somos testigos también de la cantidad de mascotas que por
esa fecha se extravían, pues los animalitos asustados huyen despavoridos por
efecto del estruendo que provocan las distintas variedades de petardos, cohetes
y otros elementos que se utilizan en estas celebraciones y muchos no saben regresar a sus hogares con todo lo que ello significa para la mascota y para sus dueños.
Para prevenir este tipo de episodios y sobre todo darle
tranquilidad que cualquier hijo de vecino desea tener en estas fiestas, sería
saludable (si es que se está a tiempo) que desde el municipio en lugar de habilitar
temporalmente locales para la venta de estos artículos, se copie la decisión de
otros municipios del país que han decidido prohibir no sólo la venta, sino
también la utilización.
Claro que si esto ocurre en Carlos Casares, la fiesta del
girasol se quedaría sin el broche de cierre que cada año tiene y tal vez algún
otro acontecimiento” pierda” atracción por el mismo motivo. Sin embargo,
estamos convencidos que si el evento colma la expectativa del público en cuanto
a organización y calidad de contenido, tendrá el mismo brillo sin fuegos
artificiales.
Modelos a seguir
Numerosas localidades reiteraron las prohibiciones sobre el
uso de pirotecnia, en tanto otras restringieron las ventas en locales
habilitados en días y horarios determinados para evitar lesiones e incendios
ante la proximidad de las fiestas de Navidad y Año Nuevo, pese a lo cual en
algunos lugares la normativa no se cumple.
En marzo de este año, la Legislatura unicameral de Córdoba
ratificó el decreto del Poder Ejecutivo provincial que prohíbe la venta y
utilización de los globos luminosos aerostáticos en todo el territorio
provincial.
Otra ciudad donde está prohibida la pirotecnia es Ushuaia
donde, si bien la restricción al uso y venta de estos productos rige desde la
década del 70, y en los últimos años el uso de estos elementos se incrementó y
alertó a las autoridades.
A pesar de las normativas vigentes, en los festejos
navideños y de año nuevo de los últimos años fue notoria la utilización de
pirotecnia clandestina, lo que reabrió el debate entre las autoridades locales.
En Neuquén, el primer municipio que prohibió el uso de
pirotecnia en esa provincia, fue Villa la Angostura cuya normativa rige desde
1985, más tarde, San Martín de los Andes también emitió una ordenanza con la
restricción en 1995.
En la provincia de Buenos Aires, el único municipio que
cuenta con una prohibición de uso y comercialización de artículos pirotécnicos
es Florencia Varela, donde gracias a esta restricción no se registraron heridos
durante las celebraciones del último año. Bahía Blanca se sumó a esta
iniciativa el año pasado regulando la habilitación de locales y el horario de
venta solo a mayores de edad.
Muchos vecinos verían con agrado que desde el Ejecutivo
municipal se adopte una medida similar a estos ejemplos apuntados y aunque el
tiempo es muy estrecho, desde el Concejo Deliberante quizá pueda surgir una
norma con tratamiento exprés en el mismo sentido. Los vecinos se lo habrán de agradecer.