Ocurrió el sábado por la noche en las inmediaciones del Club Atlético mientras se festejaba el egreso de alumnos de la secundaria de la Escuela N°8. Robaron varias carteras al personal de catering, los testigos le apuntaron a un grupo de invitados que tiene antecedentes y tras la discusión pasaron a la agresión que terminó con detenidos.
Lo que debía ser una fiesta terminó en una batalla campal entre los propios invitados del evento que se realizó en el Club Atlético el pasado sábado 14. Es que allí, los alumnos de la secundaria que funciona en la escuela N° 8 celebraban su fiesta de egresados y para ello, habían participado a su familiares, amigos, docentes y directivos del establecimiento. El club había cedido sus coquetos salones para el ágape y se contrató a Fabián Lucero para el servicio de catering.
Todo se desarrollaba con calma hasta que una de las empleadas del catering advirtió que le faltaba su cartera y esto alertó al resto de camareras y personal de cocina que también advirtieron que varias habían sido víctima del robo de dinero, teléfonos celulares, llaves de autos y también de viviendas.
Advertido el personal de seguridad, estos manifestaron que su intención era mantener las ventanas cerradas, pero por la alta temperatura y como los invitados tenían calor, debieron abrirlas, y que esto facilitó el trabajo de los delincuentes???
El escenario cambió de clima. Del festejo y la algarabía se pasó a la angustia y la tensión que provoca una situación de este tipo. Varios testigos admitieron ver como por las ventanas sacaban los elementos sustraídos y entonces todas las miradas apuntaron a un grupo de jóvenes que cuenta con antecedentes, procesos y condenas por delitos de este tipo.
Las acusaciones de los familiares no se hicieron esperar y mientras los jóvenes negaban participación alguna en los hechos, la discusión iba subiendo de tono. De las palabras fueron a los hechos y ya en la puerta del club comenzaron a agredirse para terminar casi sobre calle Chacabuco en una batalla campal.
Advertida la policía, llegó hasta el lugar y junto de personal de la Guardia Urbana trataron de calmar los ánimos sin conseguirlo; dos uniformados recibieron golpes en su afán por separar a estos grupos.
Finalmente, los servidores pudieron terminar con la batahola y aunque nada se ha informado todavía, se supo que hubo seis aprehendidos aunque se desconoce bajo que imputación. Tampoco hay certeza sobre los elementos sustraídos y la cantidad de dinero que contenían las carteras de las víctimas aunque sí hay certeza de que el hecho existió pues las carteras aparecieron vacías en distintos lugares del club.